Shara - La purificación del dolor
- María López-Bleda
- 26 abr 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 may 2018

FICHA TÉCNICA:
Título: Sharasojyu (Shara)
Año: 2003
País: Japón
Director: Naomi Kawase
Productora: RealProduct
Guión: Naomi Kawase
Fotografía: Yutaka Yamasaki
Música: Ua
Duración: 100 min.
Género: drama.
Reparto: Kohei Fukungaga, Yuka Hyyoudo, Naomi Kawase, Katsuhisa Namase, Kanako Higuchi
SINOPSIS
Cuenta la historia de una joven, Shun, que lleva años viviendo con el dolor que la pérdida de su hermano mellizo dejó. Tiempo después, con la llegada del festival Shara, la protagonista experimenta su redención: se desprende de ese dolor que llevaba arraigado.
IMPRESIONES
El ciclo que crea y cierra este filme es sublime, hablamos del ciclo de la vital del hombre.
Comienza la película con una secuencia de dos niños por la calle que nos sitúa en la trama, mediante ambientación y sonido nos cuenta lo que está sucediendo, es decir, la ausencia que el hermano desaparecido dejó. Sin embargo, termina la película con el nacimiento de una nueva vida, su llegada al mundo.
Es una manera muy poética de mostrar, en apenas una hora y cuarenta minutos, la historia que condena al hombre: unos se van, otros llegan.


Shun lleva mucho tiempo sufriendo su pérdida, pero después de 5 años, está preparada para vivir su sanación y dejarlo ir. Es por eso que el festival Shara tiene una función curativa, por medio de él Shun canaliza ese dolor, lo acepta, se enfrenta a él y lo deja ir. Es una riquísima transformación que Kawase ha sabido comunicar con éxito.
Durante la celebración del festival, entra en escena enorme lluvia. Es universal que el agua es purificadora, en esta película se usa como metáfora, es un vehículo de entendimiento.
Juega una parte muy importante la música, hay una serie de gongs que separan la película en tres actos: el comienzo, con la muerte; la liberación del Shara; y el final, con la llegada de una nueva vida. Este detalle se lo atribuyo a mi compañera de piso Carlota, que fue quien se dio cuenta de ello cuando la vimos y dijo que fue "lo que más le moló". Gracias Charlot.
Un recurso que Kawase ha utilizado con maestría es la cámara en mano que persigue a los personajes durante la mayoría del largometraje. Es un medio de digirnos la mirada a los espectadores, de situarnos en la escena como si estuviéramos ahí para involucrarnos en la historia emotiva de Shun.
Después de esta película, ya no creo que el cine japonés sea tan inexpresivo. Ups.
Comentários